¡Aarghh!, las prisas
No, definitivamente las prisas no son buenas, (si ya me lo dijo alguien), demostrado, un «clic» de ratón y un millar de mensajes borrados. «Juer», que me he cargado un foro de discusión de tres años en décimas de segundo. Sonrío mientras lo pienso, es que no he mirado, ha sido un movimiento instintivo, sí, va a ser que me falló la puntería, quería dar a «salir» y di a «borrar»... botones cercanos, hermanos quizá, pero ¡qué distintos!
Es curioso, mi mente ha sido más rápida que mi dedo, y es que antes del «clic», (¡reloj párate!), en ese justo momento en el que por eso de las leyes de la física ya no hay vuelta atrás en la acción, sabía que me había equivocado.
¡Tierra trágame! mientras le doy al botón «retroceder página» del navegador, ¡como si eso pudiese arreglar algo! Y es en ese instante cuando echas en falta uno de esos mensajes de confirmación, (tantas veces molesto), «¿está seguro de que quiere borrar?», pero no, justo cuando hubiera hecho falta no aparece, misterios de la ciencia.
Me desconecto de internet, llamo no sé cuantas veces al teléfono de atención al cliente del foro, pero nada, imposible contactar. Así que sólo me quedó la opción de escribirles un correo explicando mi error y la importancia que tiene la recuperación de los mensajes. Y ahora a esperar. La suerte está echada, hagan sus apuestas.