Vientos de octubre
Cada segundo que mi corazón no lata estaré muerto, vaga el alma, ausente el cuerpo, como a teclas que escriben recuerdos golpean mis dedos al tiempo.
Cada segundo que mi corazón no lata estaré muerto, vaga el alma, ausente el cuerpo, como a teclas que escriben recuerdos golpean mis dedos al tiempo.